10 manías de una intérprete

En esta primer entrada de 2014 (¡Ay, no, que ya estamos en 2015!), me gustaría empezar con un tema light y muy autoirónico. Quiero centrarme en 10 “interpretemanías”, neologismo que acabo de crear para referirme a todas las manías y auténticas locuras que forman parte de mi vida cotidiana por dedicarme a la interpretación. Me gustaría hacer hincapié en que los demás compañeros podrían tener otras completamente distintas. ¿Para qué compartirlas? Para que tengas claro los efectos secundarios (¡o TOC en su caso!) que puede conllevar la interpretación si eres estudiante. Si eres intérprete, para que te eches unas risas y no te sientas el único “un poco peculiar”.

Mis 10 princiaples (habría muchas más) intérpretemanías son las siguientes:

1. No darte cuenta a veces del idioma en el que hablas o te están hablando

A menudo me pasa de entender lo que están diciendo (ya sea mi interlocutor o los personajes de una película), sin fijarme realmente en el idioma en cuestión. Asimismo, si estoy con gente multilingüe (ej. un italiano que, como yo, vive en España) que sé que me va a entender, a veces empiezo a hablarle en otro idioma (en este caso en español), sin darme cuenta.

Lo peor me pasa cuando estoy leyendo o traduciendo algo en un determinado idioma. Por ejemplo, cuando aún vivía en Alemania y estaba traduciendo un texto del inglés al italiano, si un compañero de piso llamaba a la puerta mientras leía el texto origen a menudo le contestaba en inglés “Come in!“, mientras que si estaba escribiendo en italiano, me salía espontáneo decirle “Avanti!“.

Libreta Alessandra Vita2. Entrar en cualquier tienda de chinos con la utopía de encontrar la libreta perfecta y salir cada vez decepcionada

Si las quieres como yo, con espiral arriba y de tamaño DIN A5, tienes dos opciones normalmente: 1) ir a unas copisterías / reprografías para que te las hagan a medida o 2) pedir varias cajas de libretas en páginas web de productos empresariales. En mi caso, por ejemplo, acabé haciendo un pedido de libretas que tienen un tamaño perfecto sobre todo para consecutivas o enlaces cuando estás de pie interpretando. Ese boli viene de serie, pero no lo uso para interpretar.

3. No saber/poder/querer tomar notas con algo que no sea mi bolígrafo/rotulador de siempre

En mi caso, no suelo utilizar nunca bolígrafos, sino mi querido rotulador Edding en negro, azul oscuro o morado.

Rotuladores interpretación

Lista de la compra

Mi lista de la compra

4. No saber escribir a mano sin usar la técnica de la toma de notas y apuntar en una mezcla de lenguas muy preocupante

Al ser tanto intérprete como traductora, el ordenador se ha convertido en la prolongación de mi cuerpo y las pocas veces que escribo algo a mano es a la hora de tomar notas durante una interpretación. ¿Resultado? Apunto todo con la técnica de la toma de notas, ya se trate de la lista de la compra, de notas de lo que me está contando un cliente por teléfono o de un resumen de algo que estoy leyendo. En la mayoría de los casos, además, lo hago en una mezcla de idiomas bastante preocupante para las “personas normales”, apuntando todo en el primer idioma que se me ocurre.

5. Tener auriculares por todas partes

Mis compañeros de piso: los auriculares de Renfe

Mis compañeros de piso: los auriculares de Renfe

La mayoría de los intérpretes se gastan mucho dinero en tener unos cascos buenos. Mi caso es distinto porque soy muy torpe y despistada fuera del trabajo (allí soy más alemana que los alemanes), por lo que los rompería o perdería después de un día. Como estuve “viviendo en un AVE” entre Alicante y Madrid durante un año y medio, tengo reservas infinitas de auriculares (malos no, ¡lo siguiente!) de Renfe. Los tengo por todas partes y me dan la libertad de perderlos y romperlos sin miedo.

 

6. Llevar siempre una libreta y mis bolígrafos/rotuladores en el bolso y en la maleta, por si acaso

Aunque esté yendo a casa de mi abuela o a esquiar, tengo de media unos 5 rotuladores y al menos una libreta por bolso y por maleta, porque nunca se sabe cuándo te puede tocar interpretar.

Uno de los cajones con mis glosarios

Uno de los cajones con mis glosarios

7. No ser capaz de tirar ningún glosario en papel cuando me mudo aunque lo tenga guardado en el ordenador… ¡porque sí!

Quien me conoce, sabe que soy la “reina de las mudanzas”. Como pasará a todo el mundo en esa fase, se tira todo lo innecesario, por mucho que cueste tomar esa dura decisión. En mi caso, fue un auténtico trauma tirar parte de los (infinitos) glosarios que tenía, aunque estuviesen todos guardados en el ordenador. Solo conseguí tirar los glosarios de los temas más inusuales que seguramente no me volverán a tocar, al menos por un buen tiempo.

8Tener una maleta siempre lista en la puerta 

Cada vez más me toca viajar por trabajo, por lo que mi maleta (que siempre lleva rotuladores y libretas) está siempre lista en la puerta. Solo hace falta añadir un par de trajes y poco más.

Interpretación Alessandra Vita9. Tener que sentarme siempre en el mismo lado dentro de una cabina

Esta manía creo que es bastante común entre los compañeros también. En mi caso, me gusta ir a la izquierda, siempre que puedo.

10. Acabar las frases de todo el mundo mientras me está hablando

No sé si es una desviación profesional debida a la interpretación simultánea (donde hay que anticipar, sobre todo en alemán, lo que está a punto de decir el orador) o si es un aspecto común de todos los que estudian varios idiomas, pero, como la mayoría de los intérpretes, tengo el molesto vicio de acabar las frases de los demás en cuanto hagan un nanosegundo de pausa. ¡A ver si a lo largo de este año consigo quitármelo!

Si hay algún intérprete en la sala que quiera compartir sus “#interpretemanías“, ¡son muy bienvenidas!

¡Feliz semana a todos!

Alessandra 🙂

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